La subluxación vertebral ocurre cuando una vértebra pierde su posición, estabilidad y funcionamiento óptimo, afectando así a las articulaciones y discos intervertebrales e interfiriendo con la transmisión de los impulsos nerviosos. El tejido, órgano o glándula controlado por esos impulsos nerviosos comienza a no funcionar bien y con el tiempo termina enfermando. En el 90% de los casos la subluxación no produce dolor físico ya que solo un 10% de los nervios están asociados a fibras de dolor. Sin embargo su efecto dañino es inmediato, debilitando el cuerpo y su rendimiento a todos los niveles.